ACERCA DE LA DENOMINADA “ACREDITACIÓN” EN
LA FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS DE SAN MARCOS (FCA)
“Si hay algo importante en
la libertad es el derecho de decir lo que la gente no quiere oír” (Orwell).
“No
estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé tu derecho a decirlo”
(Voltaire).
Lo que es el ISO para las empresas, la
Acreditación es para las universidades. En ambos casos se busca crear
condiciones sostenidas para garantizar la CALIDAD. El proceso de acreditación,
más aún en los países como el nuestro, es un proceso a mediano y largo plazo. Cuando
se concibe la acreditación como un asunto a corto plazo (uno, dos o tres años)
es demagogia, es politiquería, es facilismo, es embuste; es ir por el camino de
la seudoacreditación.
Está muy bien la idea de trabajar por la
Acreditación en la FCA. Felicitaciones a quienes la promueven. A la larga, es
el único camino ineludible que tienen hoy las universidades. Sin embargo, es
necesario trabajar bien y sostenidamente.
El
señalamiento y el claro reconocimiento de la misión y visión (en este
orden) resultan siendo una buena manera de iniciar el proceso de Acreditación. Sin
embargo, señalar como misión diciendo:
“Somos la Facultad dedicada a la formación y perfeccionamiento de
profesionales en ciencias administrativas, comprometidos con la mejora continua
y la práctica de valores que contribuyen con el desarrollo sostenible del
país”, es un craso error
y se pretende construir la acreditación sobre la base de errores estructurales.
La misión señalada corresponde a la de una pseudo-niversidad, de una
pseudofacultad, de una universidad y facultad profesionalizante, de una
universidad y facultad tradicional, propias del siglo pasado que fabrica
(seguimos fabricando) “profesionales” clonados y sin niveles de empleabilidad y
de emprendedurismo.
La
MISIÓN de la universidad y, por consiguiente, de una Facultad es, por el
contrario, la producción de la ciencia y tecnología a través de la
Investigación Científica (su misión distintiva) y, sobre esa base, la formación
de un nuevo tipo de profesionales. Así, pues, el asunto de la Investigación
Científica es hoy la piedra angular de un verdadero proceso de acreditación.
Sin embargo, ¿cómo está la investigación científica en la Facultad? Desde hace
varios años, ¡inexistente! No hay absolutamente ninguna política corporativa
sobre la investigación científica. Ni dirección tiene. El Instituto de
Investigación que ni director tiene, está convertido en mesa de partes. Está en
una oficina chiquita que apenas cabe la secretaria. Los docentes no
investigamos en los niveles que debíamos investigar –según cifras oficiales en
la FCA de cada 10 sólo dos tienen alguna producción científica-, empero,
“enseñamos” y “formamos” profesionales. Si estas afirmaciones son ciertas –que
alguien demuestre lo contrario- ¡Se acabó toda intención de acreditación! Si se
pretende “acreditar” a una universidad, a una facultad de espaldas a la
investigación científica es una picardía, un embuste, una pérdida de tiempo y
de recursos. Cumplimos en advertirlos.
La
visión (nuestros sueños a mediano y
largo plazo) no es como se señala: “Ser reconocida como la Facultad
de excelencia, líder internacional en generación y transmisión de conocimientos
en ciencias administrativas y en la formación de profesionales con actitud
emprendedora en un contexto global y de responsabilidad social”. Este estribillo que es copia de
clichés que abundan en nuestro medio, resulta siendo huero, un discurso, una
retórica, un embuste, una demagogia. ¿Cómo así podemos lograr “excelencia,
liderazgo internacional” si ni siquiera hoy estamos intentando hacer bien las
investigaciones científicas, ni estamos intentando hoy ser líder siquiera en el
ámbito de nuestra Universidad? Ni hablar sobre los “valores” (“Excelencia,
Compromiso, Innovación, Tolerancia, Honestidad, Equidad, Trabajo en equipo”) porque todos sabemos que estos valores
son inexistentes en la FCA y no estamos haciendo nada para construir, a mediano
y largo plazo, una cultura institucional de valores.
Es
decir, estamos gastando dinero, tiempo y los esfuerzos de gente de buena
voluntad en una seudoacreditación para “acreditar” un modelo de facultad propia
de épocas pasadas. Cumplimos en advertirlos. Necesitamos una verdadera
ACREDITACIÓN que nos permita tener a mediano y largo plazo una FCA moderna y
competitiva, propia del siglo XXI y del tercer milenio, que contribuya
sostenidamente al desarrollo del país y sea capaz de ser una de las mejores
facultades de Administración de América Latina y del mundo. Para eso
necesitamos trabajar corporativa y sostenidamente en tres ámbitos vinculantes:
la producción científica en Administración (Investigación Científica), la
calidad en la formación de un nuevo tipo de profesionales y de empresarios sobre
la base de la ciencia y tecnología (superar, por ejemplo, el vetusto modelo
académico de “enseñanza–aprendizaje”) y construir un nuevo modelo de gestión de
la Facultad sobre la base de la eficiencia y probidad en lucha permanente
contra la corrupción y la mediocracia.
Es
más. Posgrado, otro asunto clave para el desarrollo de la FCA y para una
verdadera acreditación, tiene graves problemas irresolutos desde hace muchos
años; y lo que es más grave, ni dirección, ni director tiene en estos últimos
casi tres años y es inexistente políticas institucionales de desarrollo de los
estudios de posgrado. Es decir, debiendo hacerse mucho en posgrado no se hace
nada y sólo se “administra” la crisis. Por otra parte, debido a la inexistencia
de políticas corporativas de desarrollo institucional no existen cambios
sostenidos en las Escuelas. Hay graves irregularidades y fraudes en los grados
y títulos que se mantienen y se encubren. Hay flagrantes vulneraciones a las
leyes, no hay una transparente y eficiente gestión de recursos (es inadmisible,
por ejemplo, que dentro de las carencias vayan a EE.UU cuatro profesores para
recibir un diploma relacionada a acreditación), etc. etcétera.
En
el contexto de las realidades señaladas resulta imposible iniciar el proceso de
la verdadera Acreditación.
El
Perú y el mundo han cambiado inexorablemente. San Marcos y la FCA tienen que
cambiar. Implementemos la Nueva Ley Universitaria y sobre esa base trabajemos
corporativamente por la VERDADERA ACREDITACIÓN DE LA FCA. Preparémonos para los
nuevos cambios o quedaremos rezagados para siempre.
Ciudad Universitaria de San Marcos, 15 de enero de 2015
Dr. Nemesio Espinoza
Herrera
Profesor Principal
UNMSM
PD: No podré asistir a la importante conferencia sobre
acreditación que impartirá el Dr. Policastro (de la ACBSP) el próximo lunes 19 de enero de 2015 porque estaré fuera
de Lima. Probablemente muchos docentes no podrán asistir por encontrase de
vacaciones. Solicito a los organizadores enviarnos una copia virtual o física
del texto de la conferencia porque el proceso de acreditación significa también
difusión de opiniones, entrega de informaciones, debates. Espero que esta
opinión llegue a los oídos del Dr. Policastro y sepa que en esta Facultad
opinamos.