EL ESTUDIO DE LAS DOCTRINAS ADMINISTRATIVAS Y LA FORMACIÓN DE LOS ADMINISTRADORES PROFESIONALES
Por: Dr. Nemesio Espinoza Herrera
La
Administración es una disciplina profesional cuya práctica no sólo se orienta
hacia las empresas y las instituciones sino trasciende hacia la sociedad misma.
El desarrollo económico y social del país depende de la calidad de la Administración y de
la idoneidad de los administradores (gerentes, jefes, ejecutivos). “Las
sociedades subdesarrolladas no son tales, sino son sociedades
subadministradas”, decía Peter Drucker.
El
Perú, en los tiempos actuales, necesita de una nueva Administración, tanto en
su aspecto doctrinario como práctico. No puede el país seguir predicando
teorías y modelos de Administración venidos de afuera, especialmente de
Norteamérica. Para construir teorías y modelos de Administración concordantes
con nuestra realidad y con las necesidades del desarrollo nacional necesitamos
emprender labores de Investigación Científica en Administración que produzca nuevos
conocimientos, tecnología e innovaciones en el ámbito de la Administración
nacional. En esta gran tarea debemos estar involucrados docentes y estudiantes
de las facultades de Administración de las universidades del país.

Por todas estas razones, el estudiante de Administración que
aspira ser un nuevo tipo de gerente, ejecutivo, empresario o consultor que el país
necesita, debe desplegar grandes esfuerzos personales para estudiar, investigar,
leer (leer y leer) y debatir las diversas teorías, doctrinas o escuelas de la
Administración existentes tales como la clásica, la neoclásica, la humana, la
sistémica, la de la Calidad, la del cambio e innovación (Reingeniería),
etcétera.
Hoy es dudoso que alguien sea calificado como un administrador o
empresario competente si es que no tiene dominios teóricos y científicos acerca
de la Administración. Desde el primer Ciclo, el estudiante de Administración
tiene la obligación de dedicarse al estudio, a la investigación, a la incesante
lectura y a la discusión de las teorías administrativas con una actitud crítica,
inquisitiva, reflexiva y científica, cuidando que los conocimientos adquiridos no
sean memorísticos, dogmaticos, ortodoxos, alienados y pobres. El estudiante
debe leer, estudiar, investigar NO para un examen, no para una Nota, no para un
Diploma; sino para el buen desempeño de su vida profesional. El estudiante
responsable es el único protagonista de su buena formación profesional, de él depende
todo su futuro; la Universidad y los profesores sólo guiamos. “Caminante, no
hay camino; camino se hace al andar” (Machado).
Ciudad Universitaria de San Marcos, 09
de mayo de 2012